Alternativas para la creación en un estado de crisis

No fue una tarea fácil hablar de la cuestión de la crisis teniendo en cuenta la situación de las personas con las que estábamos hablando. Estábamos enfrentando a un público de jóvenes y estudiantes de teatro en su mayoría, procedentes de fondos modestos. Estábamos frente a una audiencia de la calle: la que fue golpeada con fuerza por la situación que enfrenta el país, la que después de todo, lucha día tras día y se arriesga todo a poder comer todos los días, la que Que no pudo evitar de levantarse y aplaudir calurosamente al final del evento por la gran compasión que se ha creado y sentido en la atmósfera.

Pudimos ver algunas lágrimas en los ojos de algunos espectadores. Realmente hicimos un impacto profundo y más importante: transmitimos. Transmitimos que todavía hay esperanza, que aún no se ha hecho nada y que siempre hay una luz al final del túnel, tan oscura como pueda parecer.

Posteriormente, durante el taller, se sugirió una serie de ejercicios para fomentar la interacción entre todos los participantes. El nivel general de participación fue notable.

Afortunadamente, todos ellos tenían una actitud apropiada y, siendo estudiantes de teatro, estaban acostumbrados a hacer ejercicios como éstos. Por lo tanto, era bastante fácil hacer que se sintieran cómodos en las actividades que ofrecíamos.

El evento finalizó a las 9:00 pm. Al final, algunos de los participantes quedaron tan emocionados que decidieron quedarse y ayudar a limpiar con el resto del equipo.