Desde Málaga llega [RE] Teatro con La mujer que espera, espectáculo que nace de la necesidad de retroceder en la historia para cambiar/crear su presente y, también, de la necesidad de dar voz al personaje mítico de la esposa fiel y “perfecta” idealizada en nuestra cultura.

Las sevillanas Hermanas Gestring presentan A muerte. “A muerte” como lema; “A muerte” como forma de vida.  Así es como creen las Hermanas Gestring que  tiene que ser una obra, así debe ser representada, “a muerte”. Llevan en vena la ironía de la humanidad, son hijas del siglo 21. La celeridad del tiempo y del ritmo de vida se les queda corto, por ello, sin esperanza y sin miedo van a muerte con la vida.

Teatro del Delirio presenta Mi vecindario, una mujer, nueve cabezas, una divertida comedia de teatro gestual  que muestra todas las vecinas o voces interiores que nos alientan y nos atormentan a lo largo de nuestra existencia. La pieza se enfrenta a los viejos patrones establecidos, que chocan con las necesidades de la protagonista provocándole conflictos internos de qué hacer.

Silencio Danza, dirigido por Nieves Rosales pone en escena No amanece en Génova, una reflexión sobre las relaciones de poder desde la estructura al hombre. El montaje supone un grito de vida o muerte que interroga al hombre analizando los resortes de poder.

Donde habite el olvido de la compañía sevillana Teatro Circo La Plaza  parte de la vida y obra del escritor sevillano Gustavo Adolfo Bécquer. El montaje funde el teatro y la danza para transmitir ese espíritu del Romanticismo en un espectáculo concebido como experiencia emocional, rompiendo los límites del género, más allá del rígido corsé de la razón.

También desde Sevilla Melodrama, una pieza de La Ejecutora/Teatro, que habla sobre las cicatrices producidas por los monstruos, los miedos y las heridas con los que convivimos, pero también sobre los deseos que nos acompañan en nuestra vida cotidiana.

Fuera de concurso Atentados teatrales, integrado por actores y actrices del XX Laboratorio de TNT estrena en Sevilla Baby Shark. El montaje, estrenado en Russafa Escénica de Valencia, supone un espejismo de la sociedad de nuestros días donde el verdadero problema ocurre en nuestros mares. Se trata de un retrato de una realidad licuada: maternidad de plástico, depredación pasiva, higiénica diferencia. ¿Acaso no tiene el mismo valor la persona que se mueve por necesidad que la que lo hace por placer?